lunes, 1 de septiembre de 2014

Países sin tiempo para la memoria


foto: Alejandra González Soca

Países sin tiempo para la memoria
Jorge Francisco Soto, 2014

Instalación net-art
56º Salón Nacional de Artes Visuales, 2014.
Museo Nacional de Artes Visuales, Montevideo, Uruguay.



Para visualizar correctamente la obra el browser debe estar configurado en 1366 x 768 pixeles



Países sin tiempo para la memoria II
Jorge Francisco Soto

“ Ahora bien, lo que está siempre en movimiento es eterno, mientras que lo que sólo comunica movimiento, habiendo sido puesto en movimiento por otra causa, cesará necesariamente de moverse cuando se retire el impulso motor...” (1)


Es un número preciso de contadores de segundos (193).
Medidos en tiempo terrestre, que progresan a partir de fechas determinadas sin lapso aparente de finalización; salvo por unos pocos que se encuentra detenidos. (2)
Sobre el muro de la sala de exposición se proyectan los contadores digitales programados en segundos.
Cada contador representa una persona, son 193, uno por cada detenido desaparecido de nuestro país entre los años 70 y 80, luego del enfrentamiento que desencadena el golpe de estado y la implementación del plan cóndor en la región. Los contadores detallan exactamente la cantidad de segundos pasados entre la desaparición y el instante de visualización de la obra. Salvo en el caso de los desaparecidos que fueron encontrados o de los niños restituídos a sus familiares. Esos contadores se encuentran detenidos en el momento de la re-aparición o restitución. El resto sigue progresando continuamente hasta que la situación de desaparición de cada persona se modifique.

Los contadores de segundos, puestos a funcionar, virtualmente en diferentes momentos del pasado, continúan activos en forma ininterrumpida. Para ello se pensó utilizar un lenguaje universal de programación que lo hiciera posible. La obra por lo tanto se transforma en un work in progress, aunque la secreta esperanza que plantea la misma, es que esos contadores algún día finalicen su cuenta progresiva de una vez y para siempre.
La instalación se ubica en un estado de presente continuo, conceptualmente de aquí en más. Siempre igual a sí misma en el lapso de su exhibición, pero también siempre diferente segundo a segundo en su configuración visual. Tanto por la cifra de los contadores, como por los cambios que pueda sufrir en el futuro.
Cada vez que se activa la programación, los contadores muestran automáticamente la cifra de los segundos transcurridos, desde la fecha de desaparición. Se creó un código que permite la obsolescencia programada de la pieza, pudiendo ser modificada para que el contador se detenga ante la aparición de cada persona real.
El lenguaje utilizado (Javascript) y la arquitectura de la programación del mismo permite a cualquier técnico, en el futuro, mediante la inscripción de la fecha de reaparición de cada persona en el código de fuente, detener la cuenta progresiva de uno o varios contadores en particular.
Espero que la obra en progreso llegue algún día a su fin y que los espectadores o ciudadanos en el futuro puedan ver los 193 contadores de segundos estáticos. Tal vez así el eterno movimiento tenga un final...

“Este principio eterno del Movimiento completo surge de lo que es movido por sí mismo, y por tanto no puede nacer o perecer; o de otro modo por necesidad todos los cielos colapsarían, y toda la Naturaleza se detendría, incapaz de obtener el impulso que la puso en movimiento.”... (3)

(1-3) Cicerón El Sueño de Escipión La República. Palimpsesto
comentado por Macrobio Teodosio siglo V d. C.

(2) Definición: El segundo es la unidad de tiempo en el Sistema Internacional de Unidades, el Sistema Cegesimal de Unidades y el Sistema Técnico de Unidades. Hasta 1967 se definía como la 86.400 ava parte de la duración que tuvo el día solar medio entre los años 1750 y 1890 y, a partir de esa fecha, su medición se hace tomando como base el tiempo atómico.Según la definición del Sistema Internacional de Unidades, un segundo es igual a 9.192.631.770 períodos de radiación correspondiente a la transición entre los dos niveles hiperfinos del estado fundamental del isótopo 133 del átomo de cesio (133 Cs), medidos a 0º K. Esto tiene por consecuencia que se produzcan desfases entre el segundo como unidad de tiempo astronómico y el segundo medido a partir del tiempo atómico, más estable que la rotación de la Tierra, lo que obliga a ajustes destinados a mantener concordancia entre el tiempo atómico y el tiempo solar medio.